Capitulo I: "Recordando"
Las palabras "Debemos hablar, por favor siéntate", siempre te traen percepciones de que tus padres deben decirte, el fallecimiento de un ser querido, el divorcio de tus padres, un nuevo miembro a la familia (a pesar de que con Selena alcanza y sobre, mi hermanita menor de 7 meses) o la crisis económica de la misma pero nunca, nunca en mi vida, imagine las palabras: "Nos mudamos, empaca tus cosas.", salir de la boca de mi madre con tanta ...Podría decirse, una mezcla de autoritarismo, que no era normal en ella pero si en mi padre, y un poco de tristeza.
Me quedé sentada en el sofá, pensando en cual podía ser el factor de esta mudanza pero la ecuación, de librar "X" = mudarnos de casa, se modifico cuando debí agregar a los únicos seres importantes: Frank y Sheila. Eran las dos personas que a cada uno, le faltaba los anteojos y el diván, eran mis psicólogos, mis fieles consejeros. Como iba a decírselos, uno de los millones de defectos que yo tenía, es que si debía decirles algo que en mi vida es muy triste, o a mi me provoca demasiada tristeza, no puedo mantenerme en pie, me tambaleo y debo sentarme, sin antes obviamente explotar en un llanto de lágrimas, como iba contenerme o mejor cómo podía perderlos, si eran los únicos a quien yo realmente quería.
Por qué decírmelo ahora, ya a comienzos de las vacaciones de invierno. Oh, esperen, pensaban pasar la vacaciones en un lugar al que yo no conocida, a los que ellos tampoco conocía y al lugar que siquiera sabía el nombre.
-¿Dónde se supone que es? –Dije a punto de comenzar a gritar de la histeria, no quería irme, no quería dejar a mis amigos.
-Vermont. -¡¿Qué?, es demasiado lejos! – Recuerdo que hice un trabajo sobre este pueblo, que no vale la pena recordar, si iba a ser el motivo por el cual mi vida se arruinara. –Lo siento, la casa ya esta alquilada, nosotros ya conseguimos trabajo ambos, y un colegio para ti.
-Lo tenían todo planeado, no puedo creerlo. –Me levanté de allí, muy eufórica y mis ojos ya habían comenzado a arder, a llenarse de lágrimas, por dos motivos, mis padres me lo ocultaron como si fuera un plan para ponerse en contra mía, mis propios padres, y por último alejarme de todo lo que yo quería y me hacía bien.
-Jazmine por dios, no nos trate como si quisiéramos condenarte, es todo lo contrario, es por tu bien hija. –pronuncio mi madre levantándose del sofá y acercándose a donde yo estaba.
-Es por … -aún me costaba pronunciarlo, a pesar de que fue hace 3 meses, yo lo tomaba como si fueran 5 años, fue un trauma en mi vida. –Es por lo del accidente- No quería recordar, pero el arder mi cabeza, el dolor en mi pecho y las punzadas en mi cabeza, ya habían comenzado y eso era mala señal. Algo salado tocó mis labios, pase mi lengua por ellos, y caí en la absurda conclusión de que eran mis lágrimas, otra vez. –Me arruinaras mi vida, por eso.
-No, trataremos de que te recuperes, no puedes seguir así, gritar o hablar en los sueños, como si alguien estuviera allí-Todas las noche estaba 100% segura de que alguien había allí-cortarte las muñecas por más de que tus amigos no lo quieran, golpearte a ti misma, o hasta incluso encerrarte. Jazmine caíste en un pozo depresivo hace 3 meses.
-No es así –Lo negaría una y mil veces.
- Si lo es, te has desmayado por no comer. –No soportaba que me estuvieran
diciendo todo lo que paso 3 meses atrás hasta ahora en total 6 meses, comenzaba a faltarme el aire y a sentirme mareada, tome mi cartera y salí de mi casa, esto era algo repetitivo en mi, necesitaba ya! un poco de aire, y desprenderme de allí, tan solo quería revolver en mi cabeza y encontrarme lo que mi subconsciente había creado, a Alex.
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