Capítulo 6: "Estéril"

-¡¿Qué le hiciste?! –Se escuchaba unos gritos a lo lejos.

-Jaz, despierta. –Susurró Sheyla, asustada.

-Me levante, sentándome en el suelo, y escuchando los gritos del cuarto de al lado. -¿Qué sucede aquí? –se escucho la voz de la madre de Frank entrar al cuarto de donde provenían los gritos.

-Hace 1 hora, que están gritando. -¿Por qué lo hacen? –Me refregué los ojos, para despabilarme.

-Frank y yo entramos, discutiendo por lo que vimos.

-¿Qué vierón?

-Estabas dormida, llorando y por supuesto nombrando a Dave.

Él te dijo que no hablaras con él. Antes no te encontramos aquí y dijo su hermano que estabas en tu casa y luego volvías, Frank, no te vio, pero yo sí. La puerta no se cerró del todo, y cuando el volvió a la cama, ¡Lo abrazaste Jaz!, y el te abrigo, como si fueras una muñeca de porcelana o algo frágil. Cómo es que llegaste a su cama, Jazmine.

-Primero no es lo que tú piensas.

-¿Qué hiciste ayer por la mañana?

-No podía dormirme, y había olvidado abajo el bolso, baje guarde el móvil allí y tome un vaso de agua. Me tomo de la cintura y me dijo: -“Llego tu Aladdin, mi … -desvié la mirada- Jazmin”

-Dime por dios que es una broma. –dijo muerta de la risa

-No, no lo es. Me di la vuelta y estaba sonámbulo, es un trauma que tiene de pequeño

-¿Cómo lo sabes? -Sabiéndolo. Mi primo también es como Dave, y nunca hay que despertar a un sonámbulo, lo ayude a ir a su cuarto. Se levanto dos veces más y a la tercera debí irlo a buscar al baño, se estaba por dar una ducha …vestido.

-Sheyla se rio. –No te burles, no es gracioso. –Dime que no te metiste con él a la ducha.

-¿Por qué lo haría?, no soy tu. Lo ayude a acostarse en la cama y me tironeo junto a él. Me di cuenta que estaba despierto y le di una cachetada. Se la debía.

–No respondiste mi pregunta, ¿Cómo terminaste en su cama?

-Me agarro uno de mis ataques de llantos, y me quede dormida allí, me despierto, y el mismo me encierra en su cuarto. Le termine golpeando la entrepierna. Vine aquí y recordé por todo el dolor que pase por él.

-¡¡Sheyla, Jazmine, ayúdenme!! – esa era la voz de su madre, gritando. Ambas fuimos corriendo hacia allí, su madre sostenía a Frank, que estaba a punto de matar a su hermano y este también quería pegarle.

-¡Hey! –grito Sheyla, pero todo lo vi oscuro cuando la mano de Frank se me acerco a mí, por ponerme en el medio.-

-¡Jaz! –Escuche la voz de Dave acercándose, estaba cayendo por el impacto, al caer mi frente se encontró con la punta filosa de un tornillo de la cama de Dave, luego mi cabeza contra el suelo. Hoy me sucedió todo lo malo que podía a verme sucedido

-Vez lo que hacen, Frank vete de aquí, tú fuiste el que empezó, te vas a tu cuarto, estas castigado.

-Pero … -¡Frank! –Sheyla se lo llevo hacia su cuarto y cerro de un portazo.

-No soportaba el dolor en mi frente, sentía como chorreaba sangre, la cabeza me latía. Los brazos de Dave, me levantaron y bajo las escaleras sosteniéndome, con mi cabeza sangrando, me sentó en la mesada de la cocina, ¿Por qué lo hizo?, nunca le voy a entender. Se acerco a mi rostro, me quede mirando sus ojos esmeraldas, su pelo despeinado perfectamente, tocándome la cabeza, un segundo ¿Por qué miraba mi cabeza?, recordé que Dave, era el ”Médico”, de la familia. – Iré por el bisturí, antes de que se infecte, nunca vi un tajo así. –Hey, alto ahí, ¿Qué bisturí? –Tengo que coserte eso, es muy grande. –Por la culpa de tu cama y también tuya.

-No quiero perder tiempo discutiendo, tengo que desinfectar esto, tomo el botiquín del baño y volvió rápido. Tomo desinfectante y lo unto en el algodón. –Va a arderte, princesa. –Me vuelves a llamar princesa, y te dejo estéril. No soy tu princesa.

-Nunca deje de ser tu Aladdin.

-No empieces. –Siguió desinfectándome la frente. Fue por su maletín y saco una jeringa y una pequeña botella de vidrio, que supuse que era “Anestesia”, le quitó la bolsa plástica a la jeringa, la inyecto en la botella, y la dio vuelta para quitarle el aire.-

-¿Es necesario? –A no ser que quieras sentir la aguja a la hora que te cosa. –De acuerdo, no lo hagas tan dramático.

-Me inyecto en la frente y me coció, yo tan solo cerraba los ojos, no quería ver ninguna aguja, les tenía “fobia”. Cuando termino me dijo que abriera los ojos, pero no quería toparme con el castigo que era ver sus ojos, esmeraldas. La cicatriz comenzó a darme picazón, la toque y sentí los puntos, de niña cuando veía una lastimadura aguda, muy abierta o simplemente el tajo que dejaba, me mareaba un poco, o cuando discutían y había golpes delante, mío, me faltaba el aire, toque más y sentí como la herida, aun en sus punto salía sangre y eso termino con todo empezando con mi falta de aire, el mareo en mi cabeza, el aire no me llegaba a los pulmones, y lo poco que había en ellos desapareció, la falta que tenia de aire, era demasiado, de seguro me estaba poniendo azul. -¿Jaz, otra vez? –Hacía años que no me agarraban ataques de pánico,

Dave tomo mi bolso, buscando eufórico. –Jazmine, ¿Dónde carajo tienes el inhalador? -Cuando lo encontró, lo sacudió. – Vamos abre la boca. –Abrí la boca, y el aire que entraba por mi boca, abrió mis pulmones, tosí varias veces por el compás con el que todo volvió a la normalidad. –Vas a matarme de un susto. –Apoyo su frente en la mía y no sé por qué diablos lo hizo casi me caigo de la mesada, por dejarme hipnotizada con su tacto. –Debes volver a tu casa y descansar, hace demasiado no te agarra un ataque de asma. –Me solté de la cárcel que era su rostro y sus brazos y me baje de la mesada. –Gracias, por curarme. Pero voy a desayunar con los demás arriba y ver como esta tu hermano.