9 dic 2010

Capítulo 8: "Salida"

Llegue a mi casa, mis padres no estaban, les mande un mensaje diciéndoles que ya estaba en casa, tome una ducha de agua caliente. Me vestí con algo cómodo, lo poco que quedaba en mi closet y no en las maletas, Selena no estaba, por lo tanto cerré la puerta de mi cuarto, y subí la música del estéreo, por si tenía alguna pesadilla y gritaba, como de costumbre, me tire en la cama, y deje que el tiempo pasara llorando.

-Ya suelta la botella. –Dijo Sheyla, tratando de quitarme la botella de Vodka de mi padre, para las fiestas, que había en mi casa.

-¿Por qué se fue, por qué me mintió, por qué ni siquiera me saludo cuando volvió?

-Dame, por lo menos, el cuchillo, o sal de la bañera. –Estaba ebria, tirada en la bañera del cuarto de mis padres, a punto de suicidarme, por un idiota como Dave, estaba ebria, pero consciente de la realidad. Apoye la punta filosa de el cuchillo sobre mi muñeca, sobre mis venas, en forma vertical. –Si no quieres estar … aquí y ver esto. Vete.

-Jaz, no te dejare sola.

-Presione fuerte, y tire de el cuchillo hacia abajo, viendo como la sangre de cada vena, salía hacia afuera, lo hice con la otra lo más rápido posible, antes de quedarme inconsciente, pero con esta no hubo resultado solo un tajo, un minuto luego quede inconsciente.

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Mi sueño, corrijo mi pesadilla, termino cuando desperté en el hospital, y abrí los ojos, llorando, y por supuesto gritando. Mire el reloj, 18:03, dormí demasiado, casi 8 horas seguidas, me lave el rostro, mi estomago hizo un ruido que retumbo en toda la habitación recordé que no había ni desayunado ni almorzado, baje a la cocina, mi madre le estaba dando el biberón a mi hermana, la salude con un simple “Hola” muy despacio y me dirigí a la encimera tome el cereal, y de la heladera, la leche, desayune a las seis de la tarde.

- miro a sombrada mi cicatriz. –Me telefoneo la madre de Frank, diciéndome que te caíste, y te abriste la frente, pero no pensé que fuera tan grande el tajo. –Quiso tocarme, pero le corrí el rostro.-

-No fue mi culpa, por lo tanto no pienses que tu hija es una torpe, más de lo que ya lo piensas.

-Yo no pienso eso.

-Sí, como no. Apenas no me caigo cuando levanto un pie de la cama. –Termine de desayunar y lave el tazón de cereal, y los platos del almuerzo que mi madre, no se dispuso a lavar. Cuando termine, comencé a escuchar a lo lejos una melodía familiar. MI TELEFONO, subí rápido y leí el mensaje: “Jaz, MILLONES DE PERDÓN, debo estudiar demasiado, y no puedo reunirme, y a Frank le prohibieron visitas, por el castigo, Mañana a la mañana te acompañamos al aeropuerto, TE LO PROMETO. Te quiere, Shey ♥”

-Le respondí: “Shey: No te preocupes, prefiero que estudies, antes de que me tengas que soportarme, Jaja, Te Quiero mucho. Jaz. –Le envié otro “Te quiero y no te preocupes, estoy bien” a Frank, a lo que me respondió con otro Te quiero.-

Quité uno de mis libros de las más de 2 maletas que había, y me quede leyendo unas dos horas, y mi “Zona de Lectura”, fue interrumpida, por el maldito sonido de mi teléfono, mire el identificador y era un número privado.

-¿Sí?

-Sabes, no me agrada la idea de que le mandes mensajitos de “te quiero”, a mi hermano. -Cómo consiguió mi número.

-Dave, ¿qué quieres? -Quiero, hablar contigo, el problema es que no me dejas, por lo tanto te fastidio, ¿Qué haces?

-Habló con un tarado, que interrumpe mi lectura.

-¿Quieres salir? -¿Por qué querría salir contigo?

-Porque soy muy amigable, y te debo una explicación de todo esto y además me imagino como estas. Tirada en la cama, con las piernas levantadas, una manía que tienes, leyendo con tus lentes de mínimo aumento algún libro aburrido de los tuyos, con una remera usada y un poco agujerada, y unos pantalones holgados de franela. –me conocía muy bien, demasiado bien, fue la descripción más acertada, ¿Era tan obvia?.

-¿Estas espiándome? –me acerque a la ventana, pero no había nadie allí.

-No. El asunto es que no cambiaste, nunca.

-Sí cambie, ahora tengo dos cicatrices profundas en mis muñecas. ¿Dave, eso no es un cambio?

-Jazmine, lo …

-el tono de su voz, el cambio que hizo, me dio lastima, me arrepentí de lo que le dije- Dave, no quise decir eso, la línea se quedo en silencio.

-¿Quieres salir o no?. –pregunto-

-Solo con el hecho de que … no me hagas recordar nada lo que sucedió años atrás.

-Pero… -Sin recordar nada Dave, lo tomas o lo dejas

-Lo tomo. Paso por ti a las 19

-Es dentro de 20 minutos. –el ya había colgado, me metí en el baño, tome una ducha rápida, me cambie con unos jeans negros, una remera morada de mangas cortas a pesar del frío con un suéter pequeño blanco y mis zapatillas de siempre, me ate el pelo, y baje las escaleras.

-¿Sales? –Pregunto mi padre-

-Sí. -¿Con quién? -Con … Dave, no sé a qué hora volveré –estaría muy enfadada con ellos, pero nunca les mentía, casi nunca.

-se quedo mirándome- Me parece bien, que traten de rever el asunto de su “amistad”

-No lo creo. –¿Estaba apoyando a la persona, que hizo que me cortara, a quien es autor de esta mudanza, a quien por culpa de él, creen a su hija loca, y que intento suicidarse? , quien los entiende, pero sabía que hoy no quería recordar eso, solo hablar con él, como dos personas desconocida. Fui hacia la puerta, y el ya estaba bajándose de la Ford EcoSport de su padre, con su chaqueta negra de cuero, queriendo parecerse el chico malo del barrio, y sus jeans rotos, con la mano en sus bolsillos, se acerco a mí.

-¿No podías venir caminando?

-No creo que quieras caminar tanto para ir a cenar.

-Son las siete, no tengo hambre.

-Entonces iremos a pasear. Vamos –me abrió la puerta del acompañante, y subí a la camioneta, al igual que él. -¿A dónde se supone que vamos?

-¿A dónde quieres ir? -No tengo idea. –Elijó yo. –Condujo por unos 20 minutos hacia las afueras del barrio, hasta que llegamos a un parque.

-¿Qué hacemos aquí? -Vamos a caminar. –no era una mala idea, pero en el momento en que sacara el tema de años atrás, me volvería a subir a la camioneta, me baje luego de que él me abriera la puerta, y caminamos por el parque, hasta que decidí empezar la conversación.

-¿Qué hacías en la casa de tus padres, pensé que tenias tú loft de soltero?

–Dave me llevaba dos años, ya se había graduado y comenzado a estudiar medicina. Se había conseguido su propio loft en un departamento.-

-Me tome este fin de semana, antes de seguir con los estudios, para visitar a mis padres, al parecer eso le molesto a mi hermano.

-No fue eso, lo que le hizo querer arrancarte la cabeza, es que sabe por lo que yo pase …

-Dijiste que no hablaríamos de eso, fue tu regla. –me interrumpió.

-Es cierto, lo siento. –era él quien debía pedir perdón, no yo. Pero no era momento de eso.-

Caminamos por lo menos una hora y media hablando cosas incoherentes, de sus estudios, de los míos, de Frank, de vivir solo, y cosas que solo yo y él, nos entendíamos, pero siempre sin tocar el tema del pasado, era extraño en él que cuando yo hablaba me escuchaba y más extraño aún, que ambos nos riéramos. Era extraño que me sintiera bien, junto a él.


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